Lucero y Capitán, dos callejeros afortunados De izquierda a derecha. Capitán y Lucero Para muchos esta será una historia más de rescate canino, de esas que la gente sube a su muro para que los demás aplaudan su gesto, pero para mi fue el paso que me permitió salir de la indiferencia, afrontar un problema ajeno y convertirlo en mío para que tenga un final feliz, comprendiendo que siempre se puede hacer más. Todo empieza un lunes en la mañana, era abril y hacía mucho frío, salí de mi hogar rumbo al trabajo, pero mientras bajaban por la calle principal de la urb. Madrigal, la imagen de dos cachorros mestizos que temeroso se escondía en un potrero vacío se quedó en mi mente. Primera vez que vi a los cachorros Al regresar, luego de una jornada de trabajo, nuevamente vi a ese par de juguetones que corrían y saltaban junto a un cruce peatonal, cerca de una gran autopista (General Rumiñahui). Debo confesar, cerré mis ojos y dije: “seg...
Lo que sentimos , deseamos y vivimos cuando somos por primera vez mamás.